martes, 2 de junio de 2015

Luciana Balderrama: la mujer que logró mezclar el lujo con la sencillez

#Entrevistas

Fotografía suministrada.

Quién se imaginaría que en un sencillo y cálido taller de pintura en la población de Los Monchis - México, junto con dos máquinas de coser y una costurera como su mano derecha, la diseñadora Sinaloense Luciana Balderrama sería la artífice de los vestidos de noche y cocktail más referenciados de los dos últimos años según la prensa extranjera y los blogueros de moda más influyentes en Europa y América Latina.

Hazaña en el diseño de prendas femeninas, que por supuesto, le permitieron abrir su propia tienda, y así darle libertad a su creatividad e imaginación como piezas claves para la construcción de atuendos muy estructurados, que contrastan majestuosamente con un trabajo de bordado en perlas y plumas de avestruz, pocas veces visto en la escena de la moda contemporánea y de lujo.

En una conversación abierta, mediada por la virtualidad, Balderrama desnudó su alma para revelar el arduo proceso de trabajo y estudio que la han llevado hasta las instancias que hoy agradece.

Fotografía suministrada.

¿Cómo eran sus días de estudiante en el Instituto Europeo de Diseño?
“Terminando la preparatoria en Los Mochis, Sinaloa decidí mudarme a Italia para aprender sobre la cultura, el idioma y la moda. Ahí  es donde aprendí a reconocer  sobre mi sensibilidad por el arte, arquitectura y diseño. En el IED cada día era un reto, cada día se aprendía algo nuevo. Mi primer día recuerdo que fue la primera vez en mi vida que veía o prendía alguna máquina de coser industrial; no sabía ni por dónde empezar, hasta que poco a poco la practica al igual que con mucha paciencia de los maestros y compañeros, en pocas semanas me llegué a sentir más segura con mis habilidades; quedando rápidamente enamorada con la ciudad y la industria”.

¿Vivir en Europa cambió su perspectiva de diseño? ¿De qué modo?
“Claro que sí. Roma fue mi primer contacto con la industria de la moda en todos los sentidos. Recuerdo exactamente la primera vez que pase por Vía Condotti; me acuerdo analizar ventana por ventana a todas esas casas de moda inmensas, donde el glamour y la creatividad estaban a punta. Europa me enseno apreciar diferentes áreas no solamente en la moda, también en la arquitectura o el diseño, donde pude ver las diferentes líneas, texturas, colores, fachadas etc. y aplicarlas como inspiración en mis siluetas o piezas.

“Europa es el lugar ideal para inspirarte, me abrió los ojos a un mundo que no sabía ni que existía. La sensibilidad a la que fui expuesta siempre quedó tatuada en mi almacén creativo a la cual me inspiro hasta en mis presentes colecciones”.

Fotografía suministrada.

Al pasar por el Instituto de Arte de California, ¿esa experiencia alimentó el concepto de moda que usted había construido durante el tiempo que estuvo en Italia?
“Como artista, el aprendizaje es clave número uno para cualquier área que gustes tomar. Para mí, estar en el Art Instituto me enseno sobre áreas un poco más tecnológicas como usar diferentes softwares, así como también de marketing que no había tenido la oportunidad de conocer en el IED, y que me han ayudado muchísimo en las bases de mi propia marca, las cuales sigo usándolas diariamente”.

¿Qué o quién la impulsó para tomar la decisión que crear empresa?
“En Los Ángeles, tuve la gran oportunidad de haber trabajado para el departamento creativo de Robert Rodríguez, y ahí fue donde me empapé un poco sobre la industria de la moda y fue cuando realmente me di cuenta que me gustaba, y era parte de algo en el cual apreciaba y admiraba.  Al mismo tiempo en esa etapa, hacia vestidos para amigas o conocidas en Los Ángeles o San diego, y cuando regresé a  México rente dos máquinas de coser y seguí haciendo vestidos costume made para clientas; hasta llegar un punto donde las redes sociales me expusieron a diferentes mercados y fue cuando decidí buscar mi propia identidad, no sólo como diseñadora, si no como marca haciendo diferentes propuestas para ready-to-wear, donde se presentan prendas básicas, vestidos tipo cocktail o de noche”.

¿Hubo miedos durante el proceso de creación de su propia marca?
“Cuando decidí empezar con la marca, fue cuando realmente empezó a inspirarme en lo que me gustaba; como ya tenía un estilo definido con mis clientas pasadas basándome solamente en el eveningwear, cuando saque mi línea de Invierno 2015, si tuve miedo al exponer un lado un poco más contemporáneo y  masculino.

“La verdad nunca tuve expectativas sobre el cómo las personas lo iban a tomar, pero era algo en el cual mi verdadera creatividad e identidad tenía que ser expuesta, y estoy muy feliz con el resultado. Como siempre hay una incertidumbre a lo nuevo pero es parte del Rush,  de lo no esperado que siento a veces y me gusta”.

Fotografía suministrada.

¿Cómo define el tipo de personas para las cuales usted diseña?
“Me gusta mucho pensar que la cliente que porta alguna pieza Luciana Balderrama, es una mujer fuerte, independiente y segura de sí misma”.

Por último, ¿cuál es el sello distintivo que imprime en cada uno de sus diseños?

“Creo que todas mis piezas son prendas bastantes sencillas, pero con detalles que las hacen ver fuertes y diferentes. Trato de usar colores y texturas bastantes simples en mis materiales, para que el detalle; ya sea el bordado, algún cierre o un botón, sea lo que le dé fuerza posicionándolos en lugares diferentes para acentuar siluetas, cortes o líneas”. 
© Carlo Escribe
Maira Gall