miércoles, 2 de marzo de 2016

SOBREVIVIENTE DE QUEMADURAS CON ACEITE SE CONVIERTE EN ARTISTA DEL MAQUILLAJE

Un accidente casero que por años entristeció el corazón de una bella nigeriana, hoy es el motivo para salir adelante y enfrentar la vida con ingenio.

Fotografía tomada de Instagram.

Por: @carlomtorres

Para muchos el ser maquillista es un arte, una oportunidad para probar suerte en el campo laboral o simplemente un pasatiempo; sin embargo, para Shalom Blac, una joven nigeriana que a la edad de 9 años fue víctima de un accidente con aceite que le quemó rostro, manos, hombros y le tumbó toda su cabellera, el maquillaje se convirtió en una herramienta para enfrentar el bullying en su escuela, y empoderarse de sí misma.

“Cuando vivía en Nigería, a la edad de 9 años, mi madre era dueña de un supermercado que en las noches servía como punto de venta de comidas rápidas. Ella misma freía los alimentos y mis hermanas y yo le ayudábamos cuando salíamos de la escuela. Pero una noche en especial me levanté como somnolienta y mi madre me dijo que me entrara a dormir, y yo me regresé pasando por el interior del supermercado, cuando de repente vi un gato de ojos verdes que merodeaba en la oscuridad del local y eso me asustó mucho, por lo que decidí correr hasta esconderme debajo de la mesa donde mi madre colocaba los productos con que cocinaba. Cuando ella terminó de freír, alguien golpeó la olla con aceite caliente y todo ese líquido cayó en el suelo y me salpicó”.

Fotografía tomada de Instagram.
Shalom asegura que de inmediato huyó del lugar gritando y llorando. El dolor que sentía la obligó a quitarse con sus propias manos la piel del rostro y el resto del cuerpo. Dice mi familia que dejé por el suelo mucha piel; qué gritaba invocando a Dios y el nombre del pastor de la iglesia a la cual mi mamá asiste.

“Pedimos un médico, pero él no se encontraba. Solo vino una enfermera que trató de hacerme curaciones, y en medio de mi llanto yo pedía que si no venía el doctor, entonces que el pastor hiciera oraciones por mí para que se me quitara el dolor. En esas, escuché un llanto más agudo que el mío, fue cuando volteé a mirar a mi lado y vi a mi hermana menor con el rostro también afectado, pues recuerdo que ella estaba a mi lado cuando me salpicó el aceite. En seguida dejé de llorar, porque me impactó ver el sufrimiento de ella, que tan solo tenía dos años de edad”.

Al superar médicamente este desgarrador incidente, Shalom no quería salir de casa por temor a los comentarios de las personas. No obstante, un día un niño que residía cerca suyo la fue a visitar y al verla salió corriendo mientras gritaba de susto. Sus padres le preguntaron qué le había pasado, y Shalom desde su hogar escuchó cuando el pequeño decía que ella ya no era la misma, que parecía un monstruo.

“Era observada por niños y personas mayores cada vez que salía. Me sentía como una estatua viviente que la gente veía. Fui grosera con cualquier persona que se me quedara mirando. Maldije a las personas y lloré en muchas ocasiones”, aseguró la ahora maquilladora a BuzzFeed (portal de noticias para Norteamérica).

Fotografía tomada de Instagram.
Al crecer, la joven nigeriana aprendió como ocultar las cicatrices en su cara con maquillaje, logrando un cambio tan impresionante que el acoso que sufría en su escuela fue desapareciendo paulatinamente, a tal punto que sus mismas compañeras de clase le pagaban hasta $25 dólares para que las maquillara como ella.

Más tarde solicitó la visa americana para dejar atrás su doloroso pasado, y comenzó una nueva vida como maquilladora profesional, preparando a personalidades para alfombras rojas y eventos nocturnos.

También cuenta con su propio canal en YouTube, donde comparte consejos de belleza para mujeres que como ella han sido víctimas de quemaduras en el rostro.

Fotografía tomada de Instagram.




© Carlo Escribe
Maira Gall