lunes, 15 de agosto de 2016

Andrea Echeverri, la Frida Kahlo del siglo XXI

#Cultura | El arte que lleva en sus venas y su entrega a las filas del feminismo la perfilan como la versión actualizada de la artista mexicana más respetada de todos los tiempos.

Fotografía tomada de Twitter.


“Cómo echarte flores si eres un jardín, con esos colores me siento morir” …

A sus 50 años quizás Andrea Echeverri no tenga una larga cabellera negra azabache, porque ella acepta con dignidad su edad y las canas que con ésta aparezcan. Tampoco tiene una mono ceja o algo de bozo en su rostro, el cual mantiene libre de maquillaje por aquellas cosas del feminismo.

Sin embargo, la vocalista de la agrupación colombiana de rock en español. Aterciopelados, tiene más similitudes con Frida Kahlo de lo que usted y yo podemos imaginar.

Mientras una se ganó el respeto de los máximos exponentes del surrealismo por la invaluable colección de autorretratos que elaboró durante sus momentos de inspiración y dolor, la otra con su destreza para crear piezas en cerámica bajo técnicas de estilo contemporáneo y precolombino, llegó a participar de importantes exhibiciones como la Bienal de Arte en la Habana – Cuba en 1994, la Bienal de Arte del MAMBO en Bogotá en el año de 1995, y en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara – México en 2007.


Fotografía tomada de www.elespectador.com

Entre sus más destacas obras en cerámica se encuentran “las chicas étnicas y psicodélicas”, unos bustos femeninos con un trabajo de pintura que evocan un aspecto similar a las Catrinas (personaje del folclor mexicano que le rinde tributo a la festividad del Día de los Muertos).

“Me fascina la cerámica porque contrasta hartísimo con esta cosa de la farándula, A mí me gusta estar toda embarrada y sola; que no me jodan los periodistas (risas)”, comentó Echeverri para el programa Los Informantes del canal Caracol.

Aunque la intérprete de Florecita Rockera no nació en medio de una sociedad mexicana que vivía una intensa revolución en rechazo a la cultura americana, que permeó desde 1900 el desarrollo industrial del país manito; ella muy al estilo propio ha vivido con dolor e indignación el paro agrario que se ha registrado en Colombia en los últimos años.  

Y ni se diga de su vida amorosa, porque Andrea también tuvo a su Diego Rivera, que en este caso se llama Héctor Buitrago, con quien conformó la banda de rock que marcó a toda una generación en Latinoamérica, y que los llevó a recibir nominaciones en los Grammy Anglo y Latino como mejor álbum de rock alternativo y grabación del año, entre otros.


Fotografía tomada de www.cromos.com.co

Ahora ambos tomaron rumbos distintos en la parte sentimental, pero su relación de amistad y compañerismo sigue siendo tan fuerte que puede confundir al mejor informado en noticias del corazón.

Para completar el abanico de colores que dibujan en Andrea Echeverri el rostro de una Frida del siglo XXI, se encuentra su peculiar gusto a la hora de vestir; el cual ha sido criticado por muchos y copiado por pocos.

Sus vestidos en corte triangular, faldas largas con apliques en grandes volúmenes, exceso de color en un mismo atuendo, y accesorios fabricados con materiales reciclables que recrean las siluetas de las flores, corazones y ovarios, rompen con los esquemas o tendencias del diseño textil en Colombia, y la ubican como abanderada del estilo rupturista.


Fotografía tomada de Instagram.
Una de las diseñadoras de moda más influyentes en Europa y Marquesa de Castelldosrius Grande de España, Agatha Ruíz de la Prada, es quien en la actualidad se adjudicó la difícil tarea de introducir en el mercado internacional este estilo que durante años ha caracterizado a la colombiana con más letras R como calificativo: “Reinventada, reluciente y rechinada”.  




   


  
© Carlo Escribe
Maira Gall