Por: @carlomtorres
Con 39 años de edad, una cuenta bancaría con bastantes ceros
a la izquierda, un matrimonio que está en su mejor momento, y continuas ofertas
laborales de parte de artistas como Beyoncé, Rihanna, Rita Ora, entre otras, la
cantautora australiana Sia no le trasnocha la idea de presentarse en público
enseñando su rostro.
Es posible que por las anteriores razones la intérprete de Elastic
Heart, también se muestre reacia a desfilar por las alfombras rojas más
suscitadas en la actualidad. Hecho que ha generado cierto misticismo entre los
voraces reporteros gráficos en Norteamérica, que aguardan con ansiedad por
adentrarse hasta lo más íntimo de su ser, para alimentar el morbo de sus
adeptos.
Lo cierto de todo esto es que Sia es un artista en todo el
sentido de la palabra, pues al no cumplir ‘supuestamente’ con los estándares de
belleza y estilo que impone la industria en la que se desenvuelve, no se deja
intimidar y le da rienda suelta al don que tiene para escribir canciones que a
más de uno le provoca reproducir el día entero.
Talento que ha conquistado a personajes como el destacado Dj
David Guetta, para quien compuso el tema Titanium; o a una Britney Spears
con Perfume, y a Christina Aguilera con
la emocional letra de You
Lost Me; sólo por nombrar algunos.
Sin embargo, su interés por complementar la composición con la interpretación se mantiene intacto, tanto que ha regresado a los grandes escenarios ocultando sus expresivos ojos azules y corta cabellera rubia platinada.
En esta nueva etapa musical, la artista está explotando su
lado más creativo al recurrir a una bailarina de 13 años, con la que comparte
un parecido físico impresionante, para luego vestirla y maquillarla de tal modo que se convierta en su versión mejorada.
Estrategia que implementa para la grabación de sus videoclips y performances en
vivo.
Decisión acertada, porque debe ser muy incómodo pagar por una
boleta de concierto para contemplar por más de una hora la espalda de nuestro
artista favorito.
Pero más allá de eso, lo verdaderamente relevante de esta
australiana es su capacidad para reinventarse en tan poco tiempo, a pesar de
sucesos tan agudos en su prometedora carrera, como la noticia de que padece la
enfermedad de Graves, un especie de tiroides cuya complejidad puede afectar su
ascenso inminente.
Con todo esto, ¿será necesario pedirle que descubra su cara y
se enfrente al mundo que le aguarda?