domingo, 29 de mayo de 2016

Cinco cosas que NO debes hacer cuando estás triste



Todos los seres humanos estamos expuestos diariamente al fracaso, y con ello a momentos de tristeza que sólo podrán ser superados si nos aferramos a Dios, a nuestra familia y/o amigos incondicionales.

Sin embargo, hay personas que optan por salir de ese estado emocional aplicando ciertos métodos que han escuchado en alguna parte, y que pueden servirles, como existen otras personas a las que no, y pueden convertirse en un dolor de cabeza a corto plazo.

Por tal razón, he realizado este listado de cinco cosas que a mi parecer no debemos hacer cuando estamos tristes, y menos en el afán por sentirnos felices.

Llamar a tu ex pareja. ¿Qué piensas? ¿Qué tu amor del pasado te dirá que precisamente hoy te devolverá la alegría que perdiste al ser traicionado(a) por ella/él, pidiéndote perdón por todo el daño causado, y que además pensó bien las cosas y quiere regresar contigo, formar familia y comer perdices? ¡Nooo! ¡Eso nunca! Pao, pao en esa mano cuando veas un celular cerca.

Hacer aseo. Sé que los especialistas dicen que el hacer ejercicio libera las llamadas “hormonas de la felicidad”, que no son más que otra cosa que las famosas endorfinas, cuya función es reducir los niveles de dolor físico y la ansiedad. También controlan el apetito y hasta producen deseo sexual, pero no creo que sacudir las sábanas malolientes de tus hermanos pequeños, barrer los dos niveles de tu casa y limpiar el bizcocho del inodoro sean la mejor forma de producir las dichosas endorfinas.

Ver películas de comienzos de los ochentas. Si algo ayuda a que la tristeza nos embargue por completo es recordar el pasado, y más si fue bueno y prometedor; a menos que la película que estés viendo sea Grease (Brillantina), y que en medio de ella te levantes a brincar sobre la cama y copiar sus coreografías.

Tomar autofotos. Lo último que deseo cuando estoy con el ánimo bajo es mirarme al espejo o en una captura de celular con mi rostro en su peor presentación; y si en medio del desparche la publicas, eso calificaría como un verdadero suicidio social.

Revisar los perfiles de tus amigos en redes sociales. En los momentos de tristeza y aburrimiento somos tan de buenas que, al ingresar a Facebook o Instagram, lo primero que encontramos en el historial de publicaciones es una serie de imágenes de nuestros amigos disfrutando de un viaje en yate por las paradisiacas playas de Miami, o comiéndose un chipi chipi en el Rodadero de Santa Marta, e inclusive compartiendo una selfie con Beyoncé en el concierto que no pudiste ir por falta de dinero.


© Carlo Escribe
Maira Gall