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Fotografía tomada del usuario en Twitter @ActualidadRT |
¡No más, brother! ¡No más!
Entre lágrimas y gritos quebrantados
por el dolor que experimentaba en todo su cuerpo a causa de los perdigones y
gases lacrimógenos que la Guardia Nacional en Venezuela, le lanzaron sin piedad
durante más de 60 segundos a Hans Gerhard Wuerich Larios, un joven periodista
de 28 años, quien desnudo y con la biblia en mano pedía de manera reiterativa
que detuvieran los ataques contra mujeres y jóvenes que, el pasado 20 de abril
salieron a las calles de Caracas a solicitar con coraje y valentía el retorno
de aquella patria gestada por el “Libertador” Simón Bolívar, se convirtió en el símbolo más visible en
los últimos días del hambre que tiene Venezuela por ser legislada con justica y
equidad para todos.
Un acto de patriotismo que, con lo
influyentes que son los medios alternativos de comunicación en la sociedad
actual, el mensaje de Wuerich se propagó sin filtro alguno hasta territorios
que por su distancia y problemas propios desconocían de la situación en ese
país.
“La impotencia me llevó a todo esto; me hizo olvidar el
peligro de que me mataran, me cogieran preso. No les consulté a mis familiares,
ni a mis amigos. En este problema me
metí solo y ahora todo el mundo sabe (…) No me importó si me mataban,
quería hacer sentir ante el mundo la tragedia humanitaria que se vive acá”, explicó
Hans en diálogo con Caracol Radio, días posteriores al hecho que seguramente se
alojará en la memoria colectiva de sus compatriotas.
Protestas en #Venezuela: Un joven se desnuda ante la policía para pedir que por favor no tiren más #BombasLacrimogenas pic.twitter.com/BAF01rg7HL— MO ECUADOR (@mantaOnLine) 20 de abril de 2017
Una batalla que por desgracia no pudo concluir Juan Pablo
Pernalete, un estudiante universitario de 20 años y promesa del baloncesto,
quien en medio de una concentración en la localidad de Altamira, al este de
Caracas, fue impactado en el pecho por
una bomba lacrimógena lanzada por la fuerza militar que estaba impidiendo
el tránsito de manifestantes hacia el centro de la capital del país.
Su legado como hijo, deportista, y alumno destacado fue
expuesto en una solemne ceremonia que todos sus allegados y simpatizantes en la
lucha, le realizaron en la zona donde fue visto por última vez con vida.
“Hoy queremos decirles a todos que, a pesar de que haya
miedo, a pesar de que haya tristeza, de que haya sufrimiento, la mejor manera de honrar a Juan Pablo y a
todos los caídos es con más fuerza, con más valentía. Es saliendo a las
calles de manera pacífica como lo quería Juan Pablo”, expresó uno de sus
compañeros de clase en el homenaje póstumo que se llevó a cabo el pasado 27 de
abril en horas de la tarde.
04:20pm - Estudiantes rinden homenaje a Juan Pablo Pernalete desde el sitio donde fue asesinado pic.twitter.com/pe2PJipGgt— Juan Andrés Mejía (@JuanAndresMejia) 27 de abril de 2017
Junto a esta lamentable pérdida, se habla de 27 personas más
que resultaron muertas tras los enfrentamientos con la Guardia Nacional durante
las distintas manifestaciones que se desarrollaron en ese mismo mes, y de las
cuales aún no se han individualizado a sus victimarios, porque según el
Presidente de la República Bolivariana, la
oposición es la que debe responder por, supuestamente, “incitar” a las
protestas y actos de vandalismo en toda la nación, y que éste contrarrestará
militarizando a la ciudadanía que se ha declarado fiel seguidora del nuevo
Chavismo; ese que erradicó en su totalidad los programas de vivienda gratis
para comunidades vulnerables que, el desaparecido Comandante Hugo Chávez
instituyó; acusaciones sobre la suspensión de la financiación de brigadas
internacionales de salud, retención y explotación laboral del personal médico
proveniente de Cuba o, el cierre de fronteras que terminó en desabastecimiento
de víveres, enceres e insumos médicos.
De este último, la Human Right Watch indicó que desde
noviembre de 2015 cuando enviaron investigadores para conocer la emergencia del
sector salud, pudo conocer varios casos en los cuales familias de clase media
debían recorrer hospital por hospital, droguería por droguería para encontrar
productos tan básicos como jeringas, catéteres, antibióticos y otros medicamentos
que, se espera que un centro de salud promedio cuente para la atención
prioritaria de sus pacientes.
“El sistema de salud de Venezuela, que durante mucho tiempo
fue motivo de orgullo para el gobierno,
atraviesa una profunda crisis. Miles de pacientes no pueden recibir
tratamientos médicos esenciales, y miles más están en lista de espera para
someterse a cirugías que podrían ser vitales, debido a que los médicos no
tienen los elementos necesarios para operar”, señaló Diederik Lohman, Director
de la división de Salud y Derechos Humanos de la Human Right Watch, en un
informe realizado para el sitio web de la organización.
— Jesús E Guarecuco C (@JEGuarecuco) 1 de mayo de 2017Nuestro apoyo al Dr. Jorge Pérez de Valencia quien fue destituido de su cargo por decir la verdad. #SalvemosLaMaternidadDelSur pic.twitter.com/yGQGaDUp3t
Y como si no fuera suficiente para esta población, un
reportero gráfico de la BBC alertó a la comunidad internacional, en febrero del
año en curso, que la crisis en el país vecino había permeado hasta los comedores
de miles de venezolanos, orillando a unos cuantos a buscar entre la basura de
restaurantes, almacenes de cadena, y unidades residenciales un bocado para
ofrecerle a sus hijos; mientras que otros, con
mucho sacrificio cruzan la frontera con Colombia desde el estado de Zulia para
comprar harina, legumbres y endulzantes para compartir el hambre con más de
cuatro miembros por familia.
Otro grupo personas, compuestos por madres y padres cabeza de
hogar, prefieren hacer largas filas a las afueras de supermercados locales para
obtener productos básicos de la canasta familiar, sin importar si son
racionados. Y en los casos más agudos, se han registrado saqueos a camiones que transportan granos como el arroz.
En un ejercicio periodístico que la reportera de Noticias
Caracol, Beatriz Adrián, llevó a cabo en marzo pasado al recorrer las calles
más concurridas de Venezuela en busca de percepciones sobre la emergencia
alimenticia, logró captar la cruda imagen de una madre joven con su bebé de
brazos hurgando en bolsas de la basura
por algo útil que sirviera para ofrecerle a su pequeña, y para consumo
propio, pues se encontraba en etapa de lactancia.
“- ¿Qué estás buscando en la basura? – Cueritos de pollo. Los
pongo a cocinar como chicharrón para sacar de ahí el aceite, y ese mismo
chicharrón me sirve para acompañar con un poquito de arroz o arepa de pan”,
respondió con tristeza en su rostro, Adriana Sánchez, mientras su hija con el dedo en la boca observaba a
otros menores correr tras el camión de la basura, que pasó en el momento
que se realizaba la entrevista televisada.
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Fotografía tomada del usuario en Twitter @Josejcova |
Entendiendo esta crisis a través de cifras, el diputado Omar González, compartió con la opinión pública la denuncia que hizo meses atrás sobre la muerte de diez bebés a causa de la desnutrición en los estados de Anzoátegui y Bolívar. Por su parte, el Observatorio Venezolano de la Salud y la médica Maritza Landaeta alertaron a organismos internacionales al aseverar que, la desnutrición en su país está afectando al 52% de los niños menores de cinco años, quienes están expuestos a desarrollar retrasos y daños irreversibles en su condición humana.
¿Hasta cuándo se volverá a gozar del respeto por los derechos
humanos y la nutrida pluralidad política que debe gozar un territorio como
Venezuela? Son los interrogantes que muchos se hacen, pero pocas respuestas se
tienen al respecto, porque Nicolás Maduro, su actual legislador, no reconoce la realidad de su patria
con el argumento de que todo se trata de un montaje de la prensa con bajo la
dirección de la oposición.
Un argumento que también respalda el Defensor del Pueblo,
Tarek William Saab, quien aparentemente se
niega a recibir en su oficina a quienes acuden con la intensión de denunciar
los vejámenes a los que han sido sometidos por las fuerzas militares; que se niega a escuchar el llanto de los niños
que sufren por desnutrición; que se niega a entablar acciones que aseguren
la óptima prestación del servicio de salud en centros hospitalarios de tercer
nivel, o atender al clamor de los hijos del líder opositor Leopoldo López,
quienes alegan al igual que su progenitora la violación a su legítimo derecho, de
pasar al menos unos segundos con él en la cárcel de Ramo Verde.
¡Dios salve a Venezuela!